Los niños se sienten atraídos por los colores llamativos, la vida silvestre y los misterios que plantea la naturaleza. Inculcar la pasión por las plantas y la jardinería puede ser divertido si les preparamos juegos y pequeños experimentos que les permitan desarrollar su imaginación mientras aprenden a través de tareas sencillas y creativas.
A continuación, te proponemos algunas ideas que te serán de gran utilidad para despertar el interés de los niños por la jardinería:
Recolección de semillas: una actividad lúdica, a la par que sencilla, para los más pequeños es la de recopilar semillas. Otoño es la estación en la que las plantas están cargadas de semillas secas. Nuestros hijos pueden preparar los sobres para almacenarlas, decorándolos y escribiendo el nombre de la planta y dibujando la planta. Es imprescindible poner la fecha de recolección de la semilla. Una vez preparados los sobres, deben recoger las semillas eligiendo las cabezuelas florales más secas para sacudir sus semillas en el interior del sobre.
Al acabar, deben ponerse los sobres, bien cerrados, en una caja hermética.
Sembrar semillas de frutas: las frutas son muy útiles para que los niños aprendan cómo se reproducen las plantas. Para ello, cortaremos una fruta por la mitad (la naranja va genial para ello) y retiraremos las pepitas. Las introduciremos en agua durante 10 horas y ya estarán preparadas para que los niños las siembren. Para que la planta crezca fuerte y sana, deberemos preparar un macetero con tierra rica en nutrientes. Los niños podrán encargarse de regar el tiesto con frecuencia y mantenerlo a una temperatura de 25-30 ºC.
Plantas bulbosas: un experimento puede animar a nuestros hijos a participar en la construcción de nuestro jardín. Éste es un juego que tiene que hacerse en otoño-invierno. Consiste en plantar bulbos en distintas posiciones para comprobar cómo crecen en primavera.
Para ello, pondremos 3 macetas de 30 cm de altura y ayudaremos a los niños a preparar el sustrato adecuado para que los bulbos crezcan. A continuación, pondremos los 3 bulbos en cada maceta. En la primera, mirando hacia arriba. En la segunda, con la punta hacia abajo y, en la tercera, con los bulbos de lado.
Con el tiempo veremos cómo brotan en las distintas macetas. De esta forma, los niños podrán apreciar como en el primer caso crecen unas flores magníficas, en el segundo, hojas pero sin flores y en el tercero, flores aunque menos abundantes y más pequeñas.
Colección de hojas distintas: un jardín está compuesto por un gran surtido de hojas. Un juego divertido y educativo para los niños es el de recolectar hojas de distintos árboles y arbustos. Una vez tengan hojas de diferentes plantas les será de gran utilidad pegarlas en una cartulina grande y escribir el nombre de la planta a la que pertenece cada hoja para así aprender qué podemos encontrar en cada jardín.
Tus hijos se lo pasarán en grande mientras aprenden el fantástico mundo de la jardinería.